Quiero pasear contigo por las nubes, cogidas fuertemente nuestras manos y mirando siempre a Dios
Quiero ver el bello espectáculo que cada día realiza el sol al nacer; esos juegos de luces maravillosas, sorprendentes, esos reflejos divinos que nos hacen pensar en el Creador.
Quiero ver el juego de figuras que en el cielo dibuja el sol al acostarse y cuando ya está oculto y se apaga la luz, agárrame fuerte para que desde la nube no me caiga yo, y entonces..sé tú mi luz.
Si te vas antes y llegas a un lugar elevado, mira bien, quizá ese sitio sea para dos. Llámame entonces muy fuerte, con ímpetu, muy alto y yo querré seguir tu voz.
Si yo me voy antes y llego a un lugar así de maravilloso, sabré también que ese sitio es para dos.
Quizá alguien me pregunte: ¿ puedo estar ahí? y yo responderé: ¡ No!, a esta plaza ya le puso nombre Dios. El dueño aún no llegó.
Si, al irme yo, llegara a un lugar siniestro, por mil plazas que hubiera ninguna te guardaría yo. Ninguna sería para ti, aunque para ello tuviera yo que multiplicar por mil mi propia condenación. Porque a ti, sólo al lado de Dios te quiero yo.
El saber que tú estás en Dios, por Dios, con Dios refrescaría las llamas de mi propia condenación.
fdo. Purificacion García
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