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miércoles, 13 de mayo de 2015

AGRADECERLO… ¿TODO?... ¡Sí, TODO!


 

Agradecer al estiércol su mal aspecto, su insoportable olor. Sí agradecerlo. Si no fuese por él ¿acaso podríamos deleitarnos inspirando el pacífico aroma de la rosa?

Agradecer SÍ siempre agradecer.

Agradecer la prueba por dura que me parezca, agradecer que Dios, por medio de ella, quiere fortalecer mi alma.

Agradecer el abandono y el vacío de todos, sí también agradecer esto porque ahora es el momento en que se materializa en mi vida lo que dijo Jesús de Nazaret aquel día en el Gólgota .. Padre ¿ por qué me has abandonado?. Ahora lo entiendo.

Experimentar la soledad y abandono cómo bien lo expresara mi amado San Juan de la Cruz en su Noche Oscura. Sentirte tan sólo que ni siquiera el dolor quiere ser tu compañero. El dolor físico nos prepara, es nuestro entrenador, para dolor del alma.

Toca siempre agradecer, agradecer todo a aquel que lo es TODO. Aceptar con agrado y no apagar nunca la sonrisa del rostro porque, aún atravesando esta experiencia, puede la sonrisa hacer bien al hermano.

Sentirme nada porque eso mismo es lo que quiero ser NADA, porque en llegando yo a ser nada es cuando empiezo a SER.

Lo sublime viene después de llegar a no ser yo. La maravillosa luz viene después que fue disipada la tiniebla.

La nueva canción que renueva viene después que callaron los estruendosos ruidos.

El SER, mi REAL SER se manifiesta en mí cuando yo comienzo a no ser.

En cesando  mi alegría, comienza la ALEGRÍA.

En cesando mi opacidad comienza LA LUZ a alumbrar.

En cesando mis ruidos, comienza a sonar la GRAN MELODIA DE DIOS.

Agradezco desde lo más hondo a DIOS  toda aquella experiencia que me lleve a, dejando de ser yo, fundirme en su SER.

purificación garcía

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