Me visto de cofrade....
Cuando amo,
cuando me olvido de mi dolor porque me duele el dolor de mi hermano,
cuando no me importo yo sino el otro,
cuando digo Sí a mi madre la iglesia con una vida coherente en el mensaje cristiano que ella me transmitió,
cuando no gasto el tiempo de Dios reivindicando valores alejados del Cristo,
cuando no importa más la parte que yo hago que el todo que construyo con todos,
cuando al mirar las flores mi alma se eleva en busca de la belleza de aquel que las creó,
cuando quiero secar con mis besos las lágrimas de los niños que lloran sin consuelo, cuando con una mirada profunda intento llenar de cristificada esperanza la sequedad del marcesible anciano,
cuando amo,
cuando oro,
cuando hago de mi vida una sublime oración,
cuando hago de mi existencia un canto de alabanza al creador,
cuando me desprendo de mi ropaje que me esclaviza y visto con el de Dios que me libera...; ...entonces... me visto de cofrade y el hábito me delata, y el hábito va diciendo públicamente a todo al mundo lo que llevo por dentro y la imagen que sostengo,
aquella a la que acompaño, parece decirme oh mi pequeño cofrade me haces el camino un poquito más fácil; y me mira Dios y me pregunta ¿qué son esas ropas? ¡ Mi Dios! ¿no lo sabes? Voy revestido de ti y vestido de cofrade.
Cuando no amo más que a mí mismo,
cuando con satisfacción vanidosa celebro que mi cofradía ha sido la mejor de esa tarde , cuando después de acompañar la imagen del Cristo o de la Madre acabo en el bar entre chistes chabacanos y gestos desleales,
cuando aun sin quitarme las ropas digo a los cuatro vientos seré iglesia, sin cambiar yo, cuando la iglesia cambie,
cuando no soy capaz de defender la vida,
cuando me importa más el olor del incienso que sale del trono que el perfume de Dios que del Evangelio nace,;
entonces... mi Dios Amor...no me visto...entonces.. me disfrazo de cofrade.
Purificación García
Peal de Becerro
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