UNA LENTEJUELA A
LOS PIES DEL SAGRARIO
Tirada por el suelo y aún
brillabas, quise rescatarte y no pude. Tú, tan sutil y mis manos tan torpes no
lograban separarte del suelo. Otra mano más hábil y delicada te recogió y te
entregó a mí.
*********************************************************
Te tengo delante de mí
lentejuela y pienso ¿por qué me preocupé de ti? ¿Qué hacías allí? Las
lentejuelas son para los trajes de artistas, para las divas, a eso estabas
destinada tú como las demás de tus hermanas y cuando cumplen su misión y
se desprenden del vestido ya nadie
repara en ellas. Pero a ti te pusieron muy cerca de Dios, te cosieron al
conopeo que le cubría o a la cortinilla o velo del Sancta Sanctórum de la
frontera entre lo humano y lo divino o al corporal sobre el que día y noche se
posa Dios. Y echaban la llave y cerraban la puerta y te quedabas horas y horas
días y días con Él.
¿Por qué te separaste de Él? Aunque fuera involuntariamente ¿Quién
te arrancó de Él? ¿Qué hacías por los suelos habiendo estado tan cerca de Él?
Dale gracias que te quedaste a sus pies. Allí, en el suelo, tan cerca de Él, no
podías ser de una artista tenías que ser de Él.
Esa fue tu salvación y por eso
te admiro y te envidio lentejuela de Dios y quisiera tener tu suerte lentejuela
de Dios.
Que mi alma no tiene que
adornar ni dar luz a ningún artista sino que quiere estar junto a ti como parte
del corporal en el que descansas del velo que te separa de lo mundano, del
conopeo que te proteja, Señor.
Que si caigo o me arrancan de
ti que, al menos, me quede a tus pies. Que allí encontraré quien me reconozca,
quien me levante y, si no puede, busque ayuda y me vuelva junto a Ti
Virgen del Carmen esto ha
ocurrido en tu día. No te olvides de mí. Como hemos sacado del suelo esta
lentejuela, sácanos Tú del abismo cuando tengamos que dejar este mundo. Si en
esta vida tan breve hemos vivido tan cerca de Dios que no nos veamos por la
eternidad separados de Él.
Y tú lentejuela, donde quiera
que vuelvas a estar no olvides lo que fuiste y donde caíste y da las gracias a
los que te rescataron de allí.
Ciudad sal luz (16 julio 1999)
No hay comentarios:
Publicar un comentario