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jueves, 5 de marzo de 2015
¿Templos o salones de múltiples usos?
¡ Ay Señor! ¡ que lio! Tú ya lo sabes porque Tú lo sabes todo. Sí,lo sabes todo en todas las dimensiones existentes.
He escuchado a alguien decir, hace un par de días, que llegará el momento en que los templos de todas las religiones serán lugares de oración para todos y cada uno de los que necesiten orar. Por lo tanto, un cristiano podrá entrar en una mezquita o en una pagoda o en una sinagoga a rezar en cristiano, respetando, eso sí, la idiosincrasia del lugar. Así un musulmán podrá entrar en un templo cristiano a rezar según su tradición.
Me he imaginado un templo cristiano con multitud de personas orando en su interior.Unos orando orientados al este, otros agitándose como el junco movido por el viento, otros sentados con las piernas entrelazadas y todos... todos rezándole a DIOS.
¿No sería, esto, maravilloso?. Claro que aún el mundo no está preparado para realizarlo.
Podríamos aprender los unos de los otros y tomar consciencia de que todos somos UNO para Dios.
Pero luego me asalta la duda. Yo sólo he rezado en templos cristianos porque esa es mi esencia y, desde un tiempo a esta parte, he visto la transformación de los templos en otra cosa que, a mi parecer, hace que la casa de oración de la que habla Jesús en la Sagrada Escritura, vaya difuminándose y vaya perdiendo su esencia.
He visto como el templo es utilizado para hacer conciertos, para representar obras de teatro, eso sí de índole religiosa. He participado en la Eucaristía dominical dónde el aplauso no cesaba a eso o a aquello, a éste o a aquél.
He experimentado el dolor de, queriendo entrar en un momento determinado por una necesidad urgente de oración en la catedral de mi diócesis, no poder hacerlo si no pagas primero el ticket que te da derecho a ello. He podido comprobar que al ostiario puesto para cobrar el ticket le da igual que vayas a rezar o a sacar fotos siempre que pagues.Sí, SEÑOR, esto ocurre en tu templo.
Luego en las noticias veo un concierto importantísimo realizado en un templo cristiano y observé el silencio absoluto, sólo se escuchaba la música y esto me llevó a pensar:
¿ Hubiera habido tanto silencio si se estuviera celebrando la Eucaristía?
En fin enlazando con el principio de este escrito, digo que dudo mucho que en un templo cristiano pudiera darse esa situación maravillosa de ver a muchas personas distintas, unidas en oración al mismo Dios. Porque puede que te pidan que pagues un precio o puede que esté ocupado con cualquier otra actividad que, en el fondo, no es la propia.
Teniendo todo esto presente, caigo en la cuenta de que MI SEÑOR, se apartaba para orar y se iba a la montaña o a un lugar tranquilo y me vienen al corazón sus palabras:
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Y yo sé que mi aposento es mi interior, de él nos hablaba San Agustín, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz.. y tantos otros a través de los siglos.
Pues Señor, viendo como está todo esto de revuelto, se va uno alejando poco a poco de los templos materiales y se va uno retirando a la montaña y va uno entrando en su aposento. Y allí, buscas la paz. Y, una vez que estás en paz en esos nuevos lugares, deja de dolerte que los templos, a través de los siglos levantados a Dios, con toda la energía en ellos contenida de la oración de millones de personas, quedan transformados en salones de múltiples usos.
Y no sólo eso sino que puede que acabemos experimentando que en la EUCARISTÍA DOMINICAL, hemos de meter otros atractivos para que se llenen los templos.
Una de las innumerables cosas buenas de la religión que profeso, la CRISTIANA CATÓLICA, es que gracias a la universalidad que le es inherente, siempre puede uno encontrar algún templo en el cual, estas nuevas energías , aún no hayan penetrado.
De todas formas pase lo que pase en el futuro sabré siempre que mi interior está disponible a cualquier hora y que me dejará entrar siempre y que, una vez dentro, quitaré lo que haya que quitar y potenciaré lo que haya que potenciar.
Y sé, así me consta, que yo sola no puedo, pero sé que mi divina madre LA VIRGEN MARÍA, está dispuesta para ayudarme, y sé que MI PADRE QUE ESTÁ EN LO ESCONDIDO, podrá salir de su escondite y hacerse visible para mí. Y una vez esto comience a ocurrir ¿ para qué los templos?
VIRGEN MARIA, VIRGEN DEL CARMEN, REINA Y HERMOSURA DEL CARMELO, RUEGA POR MÍ, RUEGA POR EL MUNDO ENTERO.
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