6:12 Dios miró a la tierra,
y he aquí que estaba viciada, porque toda carne tenía una conducta viciosa
sobre la tierra.
6:13 Dijo, pues, Dios a Noé: "He decidido acabar con toda carne, porque la tierra está llena de violencias por culpa de ellos. Por eso, he aquí que voy a exterminarlos de la tierra.
6:13 Dijo, pues, Dios a Noé: "He decidido acabar con toda carne, porque la tierra está llena de violencias por culpa de ellos. Por eso, he aquí que voy a exterminarlos de la tierra.
¿Cuántos milenios hace que ocurrió esto? Porque, digan
lo que digan los animales intelectuales de esta generación, todo esto ocurrió.
Y cada vez hay más evidencias, gracias a nuevos descubrimientos, que avalan los
escritos de la Biblia aún habiendo gastado cantidad de años y dineros en hacer
propuestas a las sociedades modernas de la irrealidad de esos acontecimientos
antaño ocurridos.
Miro la sociedad actual y no veo diferencia alguna de
aquella que describe la parte del Génesis arriba reflejada.
Como siempre, sé que Dios esperará hasta el último instante
con su Sagrado Corazón repleto de Amor y de Misericordia, a que el hombre torne
su mirada a ÉL.
Creo que Él quiere que vayamos construyendo nuestra arca. ¡Como Noé, Sí!
Creo que Él quiere que vayamos construyendo nuestra arca. ¡Como Noé, Sí!
Noé, como narra la sagrada escritura, siguiendo las
instrucciones del mismo Dios, la construyó con medidas específicas y de maderas
resinosas para albergar en ella a un pequeño resto que no quiso vivir sin Dios.
El resto de la humanidad sucumbió bajo las aguas.
Y ¿cómo construiremos el arca hoy? Muchos ya la estamos
construyendo desde hace mucho tiempo. Pero el arca de estos tiempos no es de
madera, no es gigantesca, de todas formas en esta sociedad enloquecida e hipócrita
no podrías talar un árbol para construir nada porque podría costarte la vida
misma. En esta suciedad, perdón, sociedad si talas un árbol para nutrirte con
él te puede costar la vida, si arrancas unas matas de manzanilla en una sierra
para quitarte el malestar intestinal te puede costar unos años de cárcel, si
matas un lagarto para comerlo te pasean por la sociedad como el ogro del
cuento. Eso sí, puedes matar a los niños antes de que nazcan no vaya a ser que
si lo dejas para después se te rebelen y te agredan ellos a ti. Nunca se sabe
en esta sociedad quien puede nacer o no, ya se encarga el estado de pagar la
factura a las clínicas abortista, factura pagada con los impuestos de todos los
que estamos totalmente en contra de este asesinato.
Bien, continuemos construyendo el arca. Los que no
queremos vivir la vida sin Dios, los que sabemos que el Evangelio es la
auténtica constitución para la armónica convivencia entre todos los seres,
incluidos los vegetales y animales, los que aceptamos las Bienaventuranzas como
el mejor plan de vida, los que vivimos o queremos vivir así esta existencia ya
nos estamos construyendo el arca.
Esa es el arca de nuestro tiempo: vivir como Cristo nos
enseñó. Este arca no es visible a los ojos físicos del mundo, no puede nadie
saber cómo es de grande o de fuerte y tampoco importa que sea o no percibida
por los demás. Lo real y maravilloso es que en esta tu arca te puedes refugiar
en los días aciagos, en ella te puedes alimentar en tiempo de hambruna y en
ella puedes descansar en tiempos de persecución. También te vale de refugio
cuando aprieta afuera el frio que hiela hasta los sentimiento más primigenios
del hombre o el excesivo calor que parece incinerar lo más bello de cada ser, el
sentimiento de pertenencia a Dios.
No estás nunca sólo en ese arca, tu arca, porque el
mismo Dios te conecta con otros muchos planos en los que los parámetros físicos
dejan de tener protagonismo.
¿construirás la tuya?
No hay comentarios:
Publicar un comentario