Y, claro está, en este punto pasa igual que con la creencia o no en el maligno o demonio, si dejamos de creer en su existencia es una batalla ya ganada para él, pudiendo así tocarlo y contaminarlo todo de mal y caos.
Los que se erigen como modernos y rigen los destinos de los pueblos tienen un concepto mermado de lo que es el hombre, bueno si ellos están mermados no pueden ver al ser humano al completo por eso ya saben que tienen que hacer todo lo posible e incluso lo imposible para que los pueblos sean manejables para ellos y ¿Cómo lo consiguen?. La respuesta es muy fácil de enunciar y, viendo los resultados, parece ser muy fácil de realizar. Convirtiendo el pueblo en masa. Masa que será dirigida por los líderes puestos a dedo por ellos mismos que la hará moverse a voluntad de los dirigentes.
¿Pero cómo se puede convertir un pueblo en masa? Tristemente he de reconocer que ha sido algo bastante más fácil de hacer de lo esperado. Han analizado la situación y han buscado respuesta a enjundiosas preguntas. Aquí van unas pocas.
1.- ¿Cuántas dimensiones conforman el ser humano? Física, psíquica, espiritual.
1.- ¿Cuántas dimensiones conforman el ser humano? Física, psíquica, espiritual.
¿Cual de estas dimensiones es un obstáculo para poder hacer del hombre libre un esclavo?
La espiritual.
¿Cómo podremos hacer morir la dimensión espiritual? Lo más eficaz es dejar de alimentarla.
¿De qué se alimenta esta dimensión? De trascendencia.
¿Y cómo podré erradicarla? Matando el amor.
¿Qué hago para matar el amor? Tendrás, para ello, que matar a Dios.
¿Cómo puedo matar a Dios? Eso ya te digo yo que será imposible. Pero como lo que a ti te importa no es Dios sino esclavizar al hombre lo primero que tienes que hacer es romper el vínculo que existe entre ambos. Romper el vínculo que une al hombre con Dios. Si consigues esto tendrás prácticamente todo el trabajo realizado.
¿Cómo rompo ese vínculo? ¿Se puede romper de golpe?
¡No¡ de golpe NO. tendrás que hacer todo lo posible para que, por falta de alimento, se debilite y se muera por sí sólo.
¿Dónde, cómo y quién alimenta ese vínculo?
La familia y la religión lo alimentan muy generosamente.
Se alimenta en la familia. El padre y la madre aman a sus hijos y los protegen hasta límites que la ciencia aún no ha llegado a comprender.
La religión ayuda y enseña caminos para que los vínculos con DIOS se hagan cada vez más firmes y así el hombre desarrolla capacidades interiores que lo hacen trascender cualquier realidad tridimensional o euclidiana. Lo hace SER.
Entonces destruyamos la religión aunque, ahora que lo pienso, esto ya llevo haciéndolo decenas de décadas.
Si destruyes la religión, el hombre contactará con Dios en un lugar más elevado que las religiones. Al fin y al cabo Dios está por encima de todas ellas.
Bueno concluyamos. He comprendido que si quiero romper el vínculo entre el hombre y Dios tendré que dejar morir de hambre este vínculo y para conseguir esto he de destruir la familia y la religión al mismo tiempo que sobrealimento, con multitud de imágenes vanas o virtuales como se dice en esta era tecnológica, la mente de los humanos. El trabajo restante ya lo consigo yo alimentando todos los egos.
Para que no se sientan sin religión les fabricaré una a la que llamaré FUTBOL. Y para que se sientan acompañados les enseñaré a sentirse bien en cualquier núcleo humano constituido de forma diametralmente opuesta a lo que DIOS comenzó. Y hecho todo esto los llamaré y reuniré a través de líderes de plastilina que yo mimo fabricaré. Se unirán esos nucléolos humanos una vez que ya la pereza les impide pararse a pensar y formarán una gran mancha de corrupción en el paisaje terráqueo. Y así el hombre terreno queda convertido en esclavo zombi terráqueo.
Todo lleva ya muchas décadas funcionando así y sólo tengo que esperar un poquito más para que toda la masa rendida a mis pies me alabe.
Hay algunos que, escapándose, no han querido formar parte de este abundante rebaño mío pero son tan pocos que me olvidaré de ellos y me dedicaré a fermentar mi masa. ¡Ah! Nunca les llamaré masa para que no se enteren de lo que realmente son. Les llamaré seres “livres” eso engordará su vanidad.
Si destruyes la religión, el hombre contactará con Dios en un lugar más elevado que las religiones. Al fin y al cabo Dios está por encima de todas ellas.
Bueno concluyamos. He comprendido que si quiero romper el vínculo entre el hombre y Dios tendré que dejar morir de hambre este vínculo y para conseguir esto he de destruir la familia y la religión al mismo tiempo que sobrealimento, con multitud de imágenes vanas o virtuales como se dice en esta era tecnológica, la mente de los humanos. El trabajo restante ya lo consigo yo alimentando todos los egos.
Para que no se sientan sin religión les fabricaré una a la que llamaré FUTBOL. Y para que se sientan acompañados les enseñaré a sentirse bien en cualquier núcleo humano constituido de forma diametralmente opuesta a lo que DIOS comenzó. Y hecho todo esto los llamaré y reuniré a través de líderes de plastilina que yo mimo fabricaré. Se unirán esos nucléolos humanos una vez que ya la pereza les impide pararse a pensar y formarán una gran mancha de corrupción en el paisaje terráqueo. Y así el hombre terreno queda convertido en esclavo zombi terráqueo.
Todo lleva ya muchas décadas funcionando así y sólo tengo que esperar un poquito más para que toda la masa rendida a mis pies me alabe.
Hay algunos que, escapándose, no han querido formar parte de este abundante rebaño mío pero son tan pocos que me olvidaré de ellos y me dedicaré a fermentar mi masa. ¡Ah! Nunca les llamaré masa para que no se enteren de lo que realmente son. Les llamaré seres “livres” eso engordará su vanidad.
Purificación García.
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