EL ALGORITMO QUE CERRARÁ LA CAJA DE PANDORA

Han creado un algoritmo que consigue la armonía y el equilibrio entre el hemano mayor (hombre) y los hermanos pequeños (animales, plantas, minerales) que dan vida al planeta. Este algoritmo hay que aplicarlo en un medio no rígido que pueda absorber toda la información que contiene. El que ha conseguido esta novedosa creación insiste en que ha de ser aplicado en su totalidad y de la forma prescrita.

Este algoritmo se llama Evangelio, hay que aplicarlo de forma completa, levantando la letra para que, entre toda ella, circule el aire de la sabiduría que es su fuente de alimentación.

Su Creador se llama Dios. Y puede cualquiera de nosotros hablar con Él, en cualquier momento y lugar de este espacio-tiempo. No necesitamos cita previa. El único requisito para comunicarse con tan alta Omniscencia es QUERER HABLAR CON ÉL para lo cual es imprescindible agudizar el oído interior, ese oído que percibe ondas tan minúsculas que se miden en forma de potencia con exponente negativo, esas ondas que aún el ser humano no ha logrado descubrir porque no ha sabido aplicar el algoritmo de forma correcta.


No actuéis como aquel hombre que buscaba un pequeño objeto en la calle, en el suelo, bajo una farola y que, al no encontrarlo, pidió ayuda a todo el que pasaba por allí.  Todos buscaban pero seguían sin encontrarlo hasta que un niño pequeño le preguntó a la persona que desesperadamente buscaba tan valioso como pequeño objeto :  ¿estás seguro que se te ha perdido aquí, en este lugar? El hombre respondió: No se me perdió aquí, se me perdió allí ( señalando una distancia de unos 20 metros). Le preguntó el niño: entonces ¿por qué lo buscas aquí? Y le respondió: lo busco aquí porque la farola me alumbra, ya ves, que allí donde se me perdió no hay luz y no podría encontrarlo.



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