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martes, 30 de abril de 2013

Los catequistas con los padres de los niños de la catequesis


     



Felicidades a todos los padres que buscan lo mejor para sus hijos y les facilitan el crecimiento espiritual acompañandolos en la catequesis y en la escuela de religión.
                                                                         



                                           



 


Te llamo a ti Mari Ángeles , sí a ti, la madre de Alejandro ese niño amado por mí cuyo corazón sólo yo conozco totalmente, quería felicitarte por haber animado y acompañado a tu hijos durante el largo recorrido por el camino de la catequesis en el que están  aprendiendo a seguir a mi Hijo, a Jesucristo quien estuvo dispuesto a dar su vida por todos y cada uno de nosotros. Yo le acompañé todo el tiempo y en la hora en la que fue crucificado allí estuve, a sus pies, era mi hijo habría sido imposible que yo no estuviera allí. Tú Mari Ángeles también eres madre por eso sé que lo comprendes. Comprendo que las personas de esta época moderna no lo tenéis fácil, sé  de tantas preocupaciones que padecéis, sé que lucháis para dar lo mejor a vuestros hijos y así debe ser.

Sé que tratándose de los hijos nadie comprende mejor que vosotras. Yo también fui madre hace 2012 años en esta misma tierra en la que tú vives ahora y quise lo mejor para mi hijo pero mi hijo, obedeciendo a Dios Padre que es omnipotente, quiso elegir lo mejor para los hombres y mujeres de todas las edades y se dio a sí mismo, dio su vida, sé que valoras la vida,  ahora yo te pido un poco de esfuerzo, muy poco y es que acompañes a tu hijo  Alejandro en este camino que trazó el mío, que le animes a preocuparse por asistir a catequesis, que le hagas ver la necesidad de prestar atención e intentar aprender todo lo que se le quiere transmitir.


 
Hay una cosa  muy hermosa y necesaria para su alma se llama Eucaristía, yo sé bien lo que sufre el alma cuando le falta este alimento, procura que venga cada Domingo y si tú lo acompañas yo miraré a mi Hijo y, aún clavado en la cruz, Él me mirará a mí y sonreiremos juntos con gozo al verte junto a tu hijo como yo estuve junto al mío desde Belén hasta la cruz.

Esta carta te la he escrito a ti porque eres madre como yo, pero te pido que la compartas con tu esposo pues sé que él, Ángel que al igual que tú está en mi corazón  ama  profundamente a sus hijos. Pediré a mi Hijo por vosotros, por toda tu familia, también por  Alba la pequeñina de la casa.

 



          Hoy te regalo a ti estas rosas , ya se que éstas, no las puedes oler pero el mejor perfume, el que le agrada a Dios es el de las buenas obras que nacen deun corazón sincero como el tuyo.
 
 
 


Te acompañaré en la oración sincera a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo .


 Con las buenas obras siempre en su nombre, el de Jesús,  y con el inefable alimento de la Eucaristíapodremos detener el mal y llegar a un lugar maravilloso llamado DIOS..




purificación garcía

 

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