EL VALOR DEL IMPERATIVO.
Recordando las clases de primaria cuando nos aprendíamos de
memoria los verbos.
El imperativo tiene una fuerza extraordinaria que no se
debilita en ninguna de las personas. Tiene tanta fuerza ORA como ORE, tiene tanta fuerza OREMOS como
ORAD.
Ora
Ore
Oremos
Orad
Oren
Sabemos que en la celebración de la Eucaristía cada vez que
el sacerdote dice “oremos”, todos nos ponemos de pie asumiendo así esta postura
como la propia de orar.
Oremos es imperativo del verbo orar, cada vez que se
pronuncia nos ponemos de pié, como invitación a orar pero lo que se me escapa
es que si no cambiamos de tiempo verbal es decir que si seguimos con el
imperativo en el momento en el que el sacerdote ante la mesa del altar nos dice
“orad hermanos”¿por qué en este momento continuamos sentados?. Quizá algunos
sigan las pautas preconciliares, otros quizá crean que no tiene la misma fuerza
el “oremos” que el “orad” ; que yo sepa
los dos términos son distintas personas del mismo tiempo verbal: El Imperativo.
Quizá muchos no le den importancia a estos detalles. Pero yo,
reflexionando, me pregunto: si en esto, para lo que no hacen falta grandes
esfuerzos, somos incapaces de ser unánimes ¿ seremos capaces de serlo cuando se trate de algo esencial
requiriendo para su realización grande
esfuerzo?
Pero con frecuencia ocurren cosas difíciles de comprender. Preguntando
a sacerdotes y a algunos mas de la jerarquía siempre la respuesta ha sido la misma, que
la oración: el Señor reciba de tus
manos este sacrificio para alabanza y gloria de su nombre para nuestro bien y
el de toda su santa iglesia, ha
de hacerse de pié. Sin embargo me sorprendo cuando en las celebraciones
eucarísticas concelebradas, los que concelebran continúan sentados hasta que la
oración se acaba.
Quizá parezca, como he dicho antes, que esto no es
importante, que incluso no necesite dedicar a ello un rato de nuestro tiempo
pero yo sigo pensando que si en algo que, según algunos no es importante, no somos
unánimes ¿ lo seremos cuando haya que dar algo más que un rato de reflexión?
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