Ayer participando vivamente en la celebración de la Eucaristía,
escuché la homilía del padre José, que es el sacerdote que ha venido a Peal a
suplir las vacaciones del párroco. Nos habló del poder atractivo del dinero y
cómo hemos de vencer esta atracción, poniendo para ello como ejemplo al mismo
Cristo, cuando fue tentado por el propio Satanás en el desierto.
Todo esto lo estuve visualizando en mi cabeza y sintiéndolo
en mi corazón. Vi la sociedad occidental actual. Sentí amarga tristeza al ir
comprobando cómo quitan a Dios de sus altares para rendir culto a las cuentas de
resultados, es decir, al dinero.
Me dormí con esto en mi cabeza y, muy poco después, pude ver
a un ser muy poderoso que llamaba a un hombre para interrogarle.
Oye tú ¿A quién o a cuántos representas?
Oye tú ¿A quién o a cuántos representas?
Yo no creo representar a nadie, sino a mí mismo.
Le continuó preguntando: ¿ Eres frío o caliente?
Le continuó preguntando: ¿ Eres frío o caliente?
Pues mira no lo sé pero creo que es mejor ser tibio porque
así me quedo en el término medio.
Escuchando estas respuestas
que daba el hombre el que interrogaba le expuso su plan, diciéndole: Te haré en este momento
representante de millones de personas que viven en el mundo llamándose a sí
mismo cristianos. ¿Qué te parece? Pues como quieras, no olvides que eres tú el interesado en darme ese título, a mí no me parece mal.
Este oscuro ser poderoso le hizo la siguiente oferta: si me sirves, si te postras delante de mí y me adoras, te daré en posesión todos los reinos del mundo, tú serás el dueño absoluto de todo el planeta.
El hombre le respondió: No sé quién eres y compruebo que no me conoces. Yo no necesito todo el planeta además tendría que estar siempre pendiente de tanta posesión; yo me conformo con menos, que uno tiene sus defectos pero no es egoísta.
El ser oscuro, le preguntó: ¿A qué te refieres con eso de que te conformas con menos?.
Verás, le respondió: Yo con una extraordinaria casa con servidumbre, con un magnífico coche y todos los lujos necesarios para hacer que todos cuantos me conocen se mueran de envidia tengo bastante.
Oye.. oye… ¡Espera!, le dijo el hombre al oscuro;lo de morirse de envidia no te lo tomes al pie de la letra, porque si se mueren me quedo sin gente que me envidie. Prefiero que les hagas consumirse de envidia día a día pero, eso sí, sin matarlos que tampoco soy tan malo; Soy tibio ya te lo dije antes.
El oscuro le dijo : ¿Lo estoy entendiendo bien? ¿Me estás diciendo que con menos oferta de la que te he hecho tú te arrodillarás ante mí?
Pues claro que sí, le respondió el hombre, a ver si ahora vas a pensar que soy un ególatra que lo quiero todo para mí.
El oscuro le dijo: Muy bien sea lo que pides porque ya veo que no sólo eres tibio sino que eres la MEDIOCRIDAD con forma humana. Creo que me servirás muy bien.
¡Oye!, le dijo el oscuro al hombre: ¿Has leído la Sagrada Escritura? ¿Has leído el Apocalipsis? Me has dicho antes de comenzar esta conversación que eres cristiano ¿no?.
Pues claro que soy cristiano y no sólo he leído la Sagrada Escritura sino que te podría recitar de memoria cualquier libro incluso el Apocalipsis. Y ¿Qué has aprendido del contenido de estos libros que dices saberte de memoria? Óyeme, respondió el hombre, te estás pasando siete mil pueblos. ¿Acaso no es suficiente con memorizar la letra que encima me preguntas que si me he parado a aprender algo de ella? Ya quisieran muchos saber tanto como yo. Además tengo que ser importante para ti cuando me has elegido y me has hecho representante de millones de personas que, como yo, quieren ser tibias.
El oscuro le respondió: Quizá tú ya eras de los míos antes de que yo te hablara. Nunca nadie le había hecho una rebaja a mi oferta. Esto es la primera vez que me ocurre.
Este oscuro ser poderoso le hizo la siguiente oferta: si me sirves, si te postras delante de mí y me adoras, te daré en posesión todos los reinos del mundo, tú serás el dueño absoluto de todo el planeta.
El hombre le respondió: No sé quién eres y compruebo que no me conoces. Yo no necesito todo el planeta además tendría que estar siempre pendiente de tanta posesión; yo me conformo con menos, que uno tiene sus defectos pero no es egoísta.
El ser oscuro, le preguntó: ¿A qué te refieres con eso de que te conformas con menos?.
Verás, le respondió: Yo con una extraordinaria casa con servidumbre, con un magnífico coche y todos los lujos necesarios para hacer que todos cuantos me conocen se mueran de envidia tengo bastante.
Oye.. oye… ¡Espera!, le dijo el hombre al oscuro;lo de morirse de envidia no te lo tomes al pie de la letra, porque si se mueren me quedo sin gente que me envidie. Prefiero que les hagas consumirse de envidia día a día pero, eso sí, sin matarlos que tampoco soy tan malo; Soy tibio ya te lo dije antes.
El oscuro le dijo : ¿Lo estoy entendiendo bien? ¿Me estás diciendo que con menos oferta de la que te he hecho tú te arrodillarás ante mí?
Pues claro que sí, le respondió el hombre, a ver si ahora vas a pensar que soy un ególatra que lo quiero todo para mí.
El oscuro le dijo: Muy bien sea lo que pides porque ya veo que no sólo eres tibio sino que eres la MEDIOCRIDAD con forma humana. Creo que me servirás muy bien.
¡Oye!, le dijo el oscuro al hombre: ¿Has leído la Sagrada Escritura? ¿Has leído el Apocalipsis? Me has dicho antes de comenzar esta conversación que eres cristiano ¿no?.
Pues claro que soy cristiano y no sólo he leído la Sagrada Escritura sino que te podría recitar de memoria cualquier libro incluso el Apocalipsis. Y ¿Qué has aprendido del contenido de estos libros que dices saberte de memoria? Óyeme, respondió el hombre, te estás pasando siete mil pueblos. ¿Acaso no es suficiente con memorizar la letra que encima me preguntas que si me he parado a aprender algo de ella? Ya quisieran muchos saber tanto como yo. Además tengo que ser importante para ti cuando me has elegido y me has hecho representante de millones de personas que, como yo, quieren ser tibias.
El oscuro le respondió: Quizá tú ya eras de los míos antes de que yo te hablara. Nunca nadie le había hecho una rebaja a mi oferta. Esto es la primera vez que me ocurre.
Me desperté de pronto. ¡ Uff, menos mal que era un sueño!. El
hombre del sueño era sólo animal intelectual quizá nunca llegue a ser hombre en
la realidad completa del término.
A veces la mediocridad es de tan alto grado que los oscuros ya no hacen ofertas tan grandes ahora con mucho menos obtienen muchísimo más.
Hay mucha diferencia entre ser tibio y querer serlo, entre ser mediocre y trabajar por serlo, tibio es el que ha montado su tienda en la tibieza, a ese, le dice EL SEÑOR en el Apocalipsis a través de su Ángel hablándole a la iglesia de LAODICEA:
A veces la mediocridad es de tan alto grado que los oscuros ya no hacen ofertas tan grandes ahora con mucho menos obtienen muchísimo más.
Hay mucha diferencia entre ser tibio y querer serlo, entre ser mediocre y trabajar por serlo, tibio es el que ha montado su tienda en la tibieza, a ese, le dice EL SEÑOR en el Apocalipsis a través de su Ángel hablándole a la iglesia de LAODICEA:
Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni caliente. ¡Ojalá fueses
frío, ó caliente! Mas porque eres tibio,
y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
Purificación García
Purificación García
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