OH, SUBLIME CAPITAL A QUIEN SIRVO.

El macro recaudador de impuestos mundial se dirige a quien él sirve: ¡OH CAPITAL ! , mi sublime majestad, dueño de todo poder, que cuentas por millones tus esclavos. Vengo a chivarme de todo lo que he visto allí abajo y, con ello, espero tu generosa recompensa ¡ Oh mi amado dueño. He mirado abajo y he visto a los millones de pobres a los que tú, oh meléfica  majestad, llamas últimos y que sólo tú has creado. He visto que tu negocio va bien porque tus pobres  se multiplican  continuamente gracias a esos abonos fecales, llamados intereses, impuestos, demoras, usuras... que tú has fabricado en la letrina de tu centro de operaciones. Así que vengo a felicitarte porque tu negocio, la pobreza extrema, crece de una forma exponencial, cada año. Pero he de decirte con preocupación, oh mi maléfica majestad, que hay un gran grupo de pobres que aún no son últimos que están ayudando a tu esclavos ofreciéndoles alimento, abrigo y cobijo. Quizá estos pueden hacerte daño. majestad. No te preocupes mi querido y bien pagado siervo, éstos de los que tú me hablas muy pronto serán míos y harán crecer mi esclava plantilla. Pero mi amado y bendecido CAPITAL, es que éstos pobres que ayudan a los más pobres, están haciendo renacer la esperanza en el corazón de tus esclavos, e incluso ,he visto ya que alguno de estos últimos se atreve a sonreir. Muy bien hecho mi siervo bien alimentado con el dinero de la usura, muy bien por venir a avisarme. A esos pobres que ayudan a mis esclavos les haré perseguir y ordenaré a los poderes corruptos que yo mismo he puesto en cada lugar, que los extermine cueste lo que cueste y antes de asesinarlos borre la sonrisa y la paz que hay en sus rostros, Pero, mi maléfica majestad, dicen que la sonrisa y la paz ni siquiera tú se la puedes quitar porque tienen a un tal Jesús, llamado Cristo, que vive dentro de ellos y que es quien se la proporciona. Me está hartando ya mi corrupto siervo, con tanta palabrería, si tengo que matar a ese tal Jesús pues lo mataré y todo resuelto. Pero , OH CAPITAL, a quien yo venero y sirvo sin reservas ¿ No es ese tal Jesús con su reglamento llamado Evangelio a quien tú mataste hace más de dos mil años? Y si lo maté ¿ CÓMO ES QUE SIGUE AQUÍ? PURIFICACIÓN GARCÍA PARA SERVIR PRIMERO A DIOS Y LUEGO A VOS AMADO LECTOR.